Madrid, 23 de junio de 2022.

Javier Gallego, abogado fundador de GALLEGO SÁNCHEZ -ROLLÓN ABOGADOS y perito tasador de arte y antigüedades, estuvo comentando en el programa CUATRO AL DÍA, que dirige el periodista Joaquin Prat, diversos aspectos legales y otros relacionados con la tasación de las piezas que posee la COLECCIÓN DE ARTE DE LA FUNDACIÓN VICENTE MARÍN.

La Fundación Vicente Marín alberga cuadros de Murillo, Sorolla, Teniers El Joven, Bayeu, Bartolomé de Cárdenas, Leonardo Alenza, Néstor Martín-Fernández de la Torre, Craddock, Francisco Rizi…además de otras obras de incalculable valor, y puede visitarse en la localidad soriana.

Fernando González de Castejón y Jordán de Urríes heredó en 2012 el título de conde de Atarés y marqués de Perijá de su tío abuelo, José Miguel López y Díaz de Tuesta. Sin embargo, su tío abuelo, fallecido en 2010 a los 92 años y sin descendencia, no le dejó en herencia su gran colección de arte, algo que dejó como legado a la Fundación Vicente Marín de Bretún.
Don Vicente Marín fue mayordomo y responsable de los hoteles propiedad del conde, «además de compañero durante 40 años», como recoge La Vanguardia, por lo que, a la muerte de López y Díaz de Tuesta, creó una fundación con el nombre de ambos y trasladó todas sus obras de arte a Bretún, en las Tierras Altas de Soria.

Foto: El Día de Soria. Don Vicente Marín.
En Bretún, la Fundación posee en 4.000 metros cuadrados de piezas únicas de arte: muebles (cerca de 500), pinturas, esculturas, piezas cerámicas y una imponente biblioteca con 6.000 ejemplares relacionados con Felipe II, la política y la historia.

Agradecemos, una vez más, al GRUPO MEDIASET ESPAÑA la confianza depositada en el Departamento de Derecho del Arte de GALLEGO Y SÁNCHEZ-ROLLÓN ABOGADOS como despacho de referencia en Derecho del Arte.
Far far away, behind the word mountains, far from the countries Vokalia and Consonantia, there live the blind texts. Separated they live in Bookmarksgrove right at the coast of the Semantics, a large language ocean. A small river named Duden flows by their place and supplies it with the necessary regelialia. It is a paradisematic country, in which roasted parts of sentences fly into your mouth.